Pablo Joseph de Arriaga, SJ

Misionero, escritor, etnógrafo. Nació en 1564, en Vergara (Vizcaya), España; murió el 6 septiembre de 1622, en el mar, frente a La Habana, en Cuba. Entró a la Compañía de Jesús el 24 febrero de 1579, en Ocaña (Toledo), España; Fue ordenado hacia 1586, en Lima, Perú.
Hecha la teología en Madrid y antes de su ordenación, fue destinado al Perú. Zarpó en la expedición dirigida por el procurador Andrés López el 6 septiembre 1584 y llegó a Lima en junio 1585, donde completó sus estudios. Fue profesor de retórica y rector de los colegios de criollos de Lima (1588-1612) y Arequipa (1613-1615). Nombrado procurador de la provincia del Perú, fue a Europa en 1601. A raíz de los descubrimientos de Francisco de Avila sobre la supervivencia de las religiones andinas, se organizó (1610) una visita general de la idolatría en la arquidiócesis de Lima. Los indios bautizados estaban sujetos a las leyes canónicas de la herejía, aunque por mandato real no podían ser juzgados por el tribunal de la Inquisición, sino por los visitadores nombrados por el arzobispo. A fue uno de los jesuitas nombrados (1615) por el provincial Juan Sebastián para acompañar a los visitadores, como misioneros populares. Fue también uno de los promotores de la fundación de los colegios de caciques de Lima y el Cusco, confiados a la CJ por el virrey arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero. Como fruto de su experiencia, publicó La extirpación de la idolatría del Pirú, un excelente estudio acerca de la práctica religiosa de los indios en los primeros decenios del siglo XVII. Sobre todo en los capítulos 7, 8 y 11, analiza con profundidad las causas de la persistencia de las religiones andinas: el prestigio de los brujos, la deficiencia en la evangelización y el mantenimiento de los antiguos lugares de culto. Por la exactitud de sus observaciones, es el principal etnógrafo del Perú de esta época. Su libro, usado como manual de visitadores, tuvo gran influencia en el intento de supresión de las viejas costumbres, y fue ampliamente citado por el arzobispo Pedro de Villagómez en su obra Exhortaciones e instrucción acerca de la idolatría de los indios, editada en Lima en 1649. En 1622, el provincial Juan de Frías Herrán lo envió a Roma y Madrid para resolver asuntos urgentes, como la fundación de nuevos colegios, que no podían diferirse hasta la designación del procurador, prevista para 1624. Arriaga murió en un naufragio, cerca de las costas de La Habana. Además del libro que lo hizo famoso, escribió varias obras ascéticas y tradujo (1604) al castellano el tratado Gersone, della perfezione religiosa e dell’ obligo che ciascuno religioso ha di acquistarla (1601), del jesuita Luca Pinelli, muchas veces reeditado.
OBRAS
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Directorio espiritual para exercicio y provecho del Colegio de S. Martín (Roma, 1602).
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Rhetoris Christiani (Lyón, 1619).
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Extirpación de la idolatría del Pirú (Lima, 1621).